Yo
no soy marinero al uso
Yo no soy
un marinero como otro cualquiera;
nunca lo
he sido.
Ni anduve
por el mar bebiendo olas tan siquiera,
meciéndome
en ellas ni su, me ha estremecido,
voz
bolinera.
No soy de
esa gente que el salitre tanto entiende
y que ha
vivido
asidua
oliendo en ese aire grueso que es el duende
de la
singladura que amanta un térreo olvido
que
desatiende.
No he ido
en esa nave que el viento navegara
bamboleante,
ni quise
ser grumete que presto se alistara
a beber la
sal del agua y creerse almirante
de faz
preclara.
No herí
en mi senda mar alguno, ni al abordaje
vi su
embeleso,
ni he
sentido la pena de Alberti: el blanco traje
que en su
marinero cántico nunca hizo el viaje
de sal
obseso.
Porque no
soy ese, ni marinero es mi aliento
que va al
socaire
de agua
embravecida, en calma, o engarzada al viento,
yo no
navego así, navega mi pensamiento
bogando el
aire.