Es comprensible la lógica de la naturaleza, incluso admitiendo que es insensible a todo.
No me esforzaría mucho por dar con el paradero del hombre más sabio, el más poderoso ni el más santo.
Tal vez hiciese por encontrar algo más noble: alguien que fuera sencillamente bueno.
NO ME ESFORZARÍA MUCHO POR CONOCER EL PARADERO DEL HOMBRE MÁS SABIO, EL MÁS PODEROSO NI EL MÁS SANTO. ME ESFORZARÍA POR ENCONTRAR ALGO MÁS NOBLE: ALGUIEN QUE FUESE SENCILLAMENTE BUENO.
ResponderEliminarDenuncia de la demencia de las quimeras porque “se dice” que en la sabiduría, en el poder o en la santidad no está la verdad; o está “una verdad”, que, por pretendida, inventada. El aforismo delata “la imposibilidad” de encontrar a alguien sencillamente bueno y ningunea posibilidad de encontrar bondad al sabio y al poderoso. Sabe que “el sabio mata” para quedarse como suyo el invento; y el poderoso, que en algún estadio de su vida fue comerciante, matará por el dinero; y el santo no está para dar, está para que le den.
Queda encontrar a alguien sencillamente bueno y no es posible. Si se tratara de individuo complicadamente bueno, puntillosamente bueno, rácana y gili-cara dura-mente-bueno, soez y molestosamente bueno, etc., pudiera. Buenos con mácula de maldad lo somos todos, pero, simplemente bueno, esa grandiosa simpleza, no está en el mundo… todavía.
Solo los elegidos están a la altura de percatarse introspectivamente en el mundo en que estamos, o, lo que es lo mismo entender a fondo este aforismo. Solo unos pocos están en la verdadera presencia de las cosas y sabe que ¡ellas! se demuestran en su verdad sin necesidad de ayuda humana; a las que le es imposible tener doctrina ninguna porque, para mañana no hay brizna de obligatoriedad. Nada está obligado a amanecer ¡ni siquiera el mundo! En el no ser, se encuentra la sencillez y la bondad; creo que ello lo insinúa el acotado y de ahí su valía.
ES COMPRENSIBLE LA LÓGICA DE LA NATURALEZA AUN ADMITIENDO QUE ES INSENSIBLE A TODO.
Esconde el deseo generalizado: ¡quien pudiera comprender la naturaleza! Se trata de una verdad universal en la composición; que tiene su mérito acotarla; pero jamás alcanzará la palabra a reflejar su desastrosa evidencia; el dolor de una madre el cual parece no importarle; el sufrimiento de un hombre chico, feo, calvo, pobre, bizco, en paro, sin coche ni bicicleta.
Goethe dijo lo mismo camufladamente sin comprometerse nada: “NO HAY TIEMPO NI FUERZA QUE ROMPA LA FORMA ACUÑADA QUE SE DESARROLLA VIVIENDO”. Te le pongo como ejemplo del aforismo que no dilucida de la lógica de la naturaleza, ni de su insensibilidad a todo; y precisamente como alude a la inescrutabilidad del destino y a la inviolabilidad del sino; ya se mete en la grandilocuencia de la frase para la posteridad (que, contra la común opinión, solo se logra sin comprometerse en nada). Un mismo pensamiento; el tuyo elocuente, cargado de pragmatismo y saber, morirá por su temporalidad y evidencia. No así el de Goethe; inmortal porque le carga de misterio; y el misterio no sabe nadie a donde ha llegado y donde descansa exactamente. ¡Claro! Estamos trayendo a Goethe, el cerebro humano más grandioso según Schopenhauer. Mira Pepe, por decirte una verdad que estoy completamente seguro escandalizará a la guanchada: ¿sabes lo único que te diferencia “de los portentosos literatos" de coordenadas establecidas desde el punto de vista del triunfo y la fama a las que se ciñen como una faja?: ¡TU HONRADEZ!
Antonio Domínguez
Querido Antonio: magistral exposición acerca de estos dos pensamientos. En tus comentarios, valoro, por un lado, ese interés tuyo por participar, acompañar, comprometerte o abrirte ante la especulación incitada por cualquier idea. Por otro lado,también estimo esa facultad, ese don, que tienes para sumergir tu razonamiento hasta tejidos menos accesibles, para diseccionar con pericia cualquier frase que desee mostrar la sugerencia de una sencilla reflexión.
ResponderEliminarY gracias por ese elogio final que me haces. Es, con respecto a mi persona, una de las cosas más emotivas que me han dicho nunca. Gracias amigo.