Poesía
Dijo el poeta una vez esta certeza:
La poesía se escribe cuando ella
quiere.
Y es ella la que
manda, la que infiere
en el corazón, en
el alma, en la cabeza...
Va más allá del
simple pensamiento,
cruza los páramos
de todo desconsuelo,
boga el mar que
sonríe al portezuelo,
surca el aire que
exhala el desaliento,
anda por las
veredas que van a la aflicción,
merodea en el
jardín sembrado en fantasías,
divaga entre las
flores cantando flecherías
de aromas que
edulcoran cielo y corazón...
No busco, juglar,
el desdén a tu grácil sinfonía,
no pretendo,
artista, poner en duda tu estandarte,
pero no habría un
creador de no existir el arte,
ni un sólo poeta
habrá cuando no haya poesía.
Sin poesía no quedarán poetas, siquiera será posible una inhalación; el mismo aire, acariciando los pulmones, removiendo el pecho, y fluyendo disuelto en la sangre rumbo a un acompasado corazón, también es poesía, no ficción.
ResponderEliminarExcelente reflexión que comparto. Gracias Inma.
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