viernes, 25 de abril de 2014

COMO EL AGUA


Como el agua

Tu sonrisa acaricia, donosa, mis sentidos
tramando fontanales que se inflaman
de frescor y pureza, licuados monolitos
como el agua.

Tu voz serena y dulce adorna el meteoro
de tu risa espontánea, armoniosa flauta
que está en la fantasía, la nada y el todo,
como el agua.

Tus besos se adivinan lustrados de almíbar,
tus caricias, tantas cual pétalos de dalia,
germinando un canto que al deseo irriga
como el agua.

Tus pasos cautos, imantados por mi alcoba,
indecisos vienen al delta que se embriaga
de salino mar, de azúcar y sal conspiradoras
como el agua.

Tu deseo, como el mío, es murmullo que ronda
lo que no se sabe, ni se piensa, ni se habla,
porque la pasión apacible y callada no corra
como el agua.

Tu aroma me llega en cristalino frasco
que aletarga la sustancia que me embarga,
viniendo a refrescar el deseo donde ando
como el agua.

Tu ilusión anda cual la mía, convencida
de no ser silencio en becqueriana arpa.
Es ansia que discurre, cantarina, cada día
como el agua.

Mas la vida fluye toda vez como un naciente,
y ante ese surtidor, tenaz, el amor aguarda
a ser brote sereno, fresco, y aquietada sierpe
como el agua.

martes, 22 de abril de 2014

CELOS


Celos

La blusa de girasoles,
de margaritas la falda,
el tacón de sombra larga,
y el pañuelo de colores
al cuello, como guirnalda
que con el día se enciende,
cuando la noche se muere
desconsolada ante el alba.
Celosa porque no puede,
de girasoles la blusa
alcanzar, lo que le hurta
la fantasía que aún duerme.
Celosa porque se ocultan
tras falda de margaritas
las ilusiones prendidas
que el anochecer abruma.
Celosa del tacón alto,
celosa de ese pañuelo
que va perfumando el viento
con sus visajes volando.
Celosa del cielo, cielo
que el azul de la mañana
tu cabello ensortijara
sobre un dorado concierto.
Y el ansia teje en la luna
sobre el telar del lamento
capullos de envidia abiertos
por no beber tu hermosura.


jueves, 10 de abril de 2014

BLUSA Y AIRE







Blusa y aire

El aire la acaricia sin buscar excusa
sabedor de que nadie le pondrá reparo,
pues en sus ademanes nada es raro
y por eso tanto juguetea con tu blusa.
Sabe ya que es de gasa, y dos limones
bajo ella desatados bien conoce.
Satisface sus instintos con el roce
por la tela que sugieren tus pezones.
Quisiera, como el aire, poder rondar tu pecho
sin que no me acusases jamás de haberlo hecho.


viernes, 4 de abril de 2014

BANDOLÍN.







Bandolín 

Un lejano bandolín suena en mi mente
confuso entre notas, silbos y rumores
que lo adornan de una queja diferente.
Su música me agasaja entre vapores
cálidos, viajeros a través de un puente

que lleva y trae al extraño caminante
con la mochila colmada en melodías
tras el cierto esbozo del lejano amante,
que percibe entre las notas cetrerías
de halcón del deseo sin amo ni guante.

Resoplan los tañidos flotando en la añoranza
de la mano blanca que musita vagos sones
al borde de una pira prendida en lontananza.
Son voces de canto hilado con proposiciones
de magia, ilusión y celo que mi oído alcanza.

Los ojos se me cierran por ver la faz divina
que de tan remoto viene y el rasguear retrata
salvando la distancia que todo difumina.
Y se posa en mi anhelo la dulce imagen, grata,
de la más deseable elegancia venusina.

Que anden las semanas dormidas en pulcros tequieros
extasiados detrás de susurrantes calideces
que estremecer ansían el sonoro ímpetu de Eros;
sea la palabra amor salmodiada tantas veces
como fulgen en la noche faroles y luceros.

Casta ternura posada en la rama de un confín
del tiempo casi dormido, mas presto a despertar
a la incontestable llamada del regio clarín.
Que cuando nos cite, estemos listos para danzar
oyendo la queja lejana de aquel bandolín.