viernes, 25 de abril de 2014

COMO EL AGUA


Como el agua

Tu sonrisa acaricia, donosa, mis sentidos
tramando fontanales que se inflaman
de frescor y pureza, licuados monolitos
como el agua.

Tu voz serena y dulce adorna el meteoro
de tu risa espontánea, armoniosa flauta
que está en la fantasía, la nada y el todo,
como el agua.

Tus besos se adivinan lustrados de almíbar,
tus caricias, tantas cual pétalos de dalia,
germinando un canto que al deseo irriga
como el agua.

Tus pasos cautos, imantados por mi alcoba,
indecisos vienen al delta que se embriaga
de salino mar, de azúcar y sal conspiradoras
como el agua.

Tu deseo, como el mío, es murmullo que ronda
lo que no se sabe, ni se piensa, ni se habla,
porque la pasión apacible y callada no corra
como el agua.

Tu aroma me llega en cristalino frasco
que aletarga la sustancia que me embarga,
viniendo a refrescar el deseo donde ando
como el agua.

Tu ilusión anda cual la mía, convencida
de no ser silencio en becqueriana arpa.
Es ansia que discurre, cantarina, cada día
como el agua.

Mas la vida fluye toda vez como un naciente,
y ante ese surtidor, tenaz, el amor aguarda
a ser brote sereno, fresco, y aquietada sierpe
como el agua.

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