La cólera acaba siempre dejándote desnudo.
No hay nadie tan consciente de lo poco que sabe que el verdadero sabio. La prodigiosa mente humana no está capacitada para saberlo todo. Eso es imposible. Incluso lo es saber bastante. El hombre sabio sólo percibe una minucia de lo infinito que le queda por atisbar y entender.
Es tanta la simpleza de querer tener siempre la razón, como de no tenerla nunca.
Perdóname que burle la limitación de caracteres. Así es que comparto en dos un mismo comentario para que lo admita la máquina.
ResponderEliminar“NO HAY NADIE TAN CONSCIENTE DE LO POCO QUE SABE QUE EL VERDADERO SABIO. LA PRODIGIOSA MENTE HUMANA NO ESTÁ CAPACITADA PARA ENTENDERLO TODO. ESO ES IMPOSIBLE. INCLUSO LO ES SABER BASTANTE. EL HOMBRE SABIO SOLO PERCIBE UNA MINUCIA DE LO INFINITO QUE LE QUEDA POR ATISBAR Y ENTENDER”. Este es el aforismo que tienes publicado en primer término de tu página esta semana.
Hay otro aforismo tuyo que he extraído de tu libro, con que se puede explicar el anterior, así es que, aprovecho tu mismo pensar: “LA ROCA PERMITE EL EMBATE DE LA OLA PORQUE NO SE REPITE. SABE QUE ESA QUE HA ROTO FURIOSA CONTRA ELLA NO VOLVERÁ A AGREDIRLA NUEVAMENTE JAMÁS. SE IRÁ PARA SIEMPRE, DESMEMBRADA TODA SU BRAVURA. EL NUEVO EMBATE TRAERÁ OTRA QUE DIFUMINARÁ DEL MISMO MODO SU ARROGANCIA”.
Procediendo ya a la interrelación de estas tus dos esencias de pensamiento, la ola, que puede empezar a ejercer a miles de kilómetros se rompe al estampido en los arrecifes. ¿Porqué no se puede considerar una ola como el paralelismo de una vida? ¿Porqué se rompe el hombre –como la ola- cuando empieza a comprender más de la cuenta?
Bueno sin rezos previos digo que toda ola que llega a la orilla trae una historia como cualquier ser viviente; lo que se demostrará. El agua del mar contiene tantos micro elementos como el sinfín de variantes del sodio que los químicos neutralizan en el laboratorio. Luego teniendo en cuenta los millones de metros cúbicos, que desde lejos, la ola desplaza; y los billones de partículas y las trillonadas de átomos al fin, ahí en suspensión, en el medio de donde se dice campó el alga unicelular desde donde partimos nosotros como humanidad; quiero decir que cada ola se puede comparar a una vida en tanto que ¡a saber! las combinaciones químicas que se dan cuando la ola huye después de haber dado la cachetada al muro ¡a saber! si cada ola computarizada daría señas del millón de cosas que hace Dios en ella superior a toda una vida humana por lo menos en rareza.
Yo imagino que Dios estará capacitado para comprimir el espacio tiempo en una acción inverosímil. Pueden pasar cosas en los espumarajos de una ola (grandísimas cosas) que solo ÉL puede comprender-de momento-. El cerebro humano como bien dice el primer aforismo es nada para determinar categóricamente si en una vida humana se dan más pequeños y grandes fenómenos que en una ola llegando, rompiendo y huyendo para siempre. ¡Para siempre es para siempre!
Antonio Domínguez
Como el espacio material para graficar ya rezonga porque no quiere admitir más ¿Cómo podemos dar supremacía al primer aforismo que es de lo que se trata?; pues de la siguiente manera: para decir solo sé que no sé nada, ¡hay que saber al máximo que puede llegar un hombre! Siendo “un exceso” decir que el no saber constituye un saber, a pesar de todo, “es indicativo y muy expresivo” para señalar que el saber es limitado; por lo que es una forma simpática -por rebuscada- de decirlo. Es cierto que respecto al todo, el más que sabe no sabe nada ¡lo digo así sin comillas, que de cobardes (…)!
ResponderEliminarParece difícil buscar una similitud en estas dos llegadas del pensamiento y no lo es tanto, pues, la vida tiene sus movimientos “como las olas”; y la vista y la opinión que el humano tiene de sí mismo, así, las olas tienen un comportamiento y unas voluntades que les da el hacedor. Habría que ver los fenómenos físicos que se producen en ese cachetón de agua. Nosotros nos creemos que somos el mayor y mejor suceso de la creación y puede perfectamente no ser así pues, los sucesos se multiplican y lo que parece sencillo, es lo que verdaderamente complicado pues es la voluntad de Dios manifiesta en estos actos de la naturaleza que al ser del libre albedrío de la Divinidad lo que hagamos y actuemos nosotros pertenece a una escala inferior. Lo verdaderamente importante y con identidad es la milimétrica actuación de los fenómenos naturales…
¿Porqué una ola tsunami contra los riscos del andén verde no puede contener una avalancha de sabias razones divinas que nos están vedadas por naturaleza? ¡De mucha más complejidad para la divinidad, su creación, que dotarnos de la palabra!
Si Pepe, estoy de acuerdo, todo lo es el globo terráqueo; nuestro soporte y transporte; que si se nos fuera de debajo de los pies nos hundiríamos en el infinito sin saber qué hacer. Dice un catedrático de física que enseña en Tafira, que, ¡NO SE SABE NADA!... bien que no emplea el absolutamente. El hombre es buenísimo (el que lo es) para inventar ingenios, máquinas, increíbles urdimbres para telares automatizados, teléfonos, etc. Pero, todavía, aun, se traba en la dilucidación del más facilón concepto. Sería muy razonable más abundamiento por alumbrar en esta penumbra para mí, pero, podría no ser asumido (leído). Saludos.
Antonio Domínguez.
Antonio: dos lecciones más que confirman tu excelente esgrima haciendo zigzaguear los floretes de la lógica y de la razón. Cada vez que haces un nuevo comentario a algunos de los pensamientos escritos que aparecen en mi blog, se empequeñece, y eso no deja de satisfacerme, la dimensión de lo que me he atrevido a razonar. Pero me agrada sobre todo ver que, en el fondo, la idea queda clara y no se piensa ni se manifiesta nada que carezca de la lógica suficiente para expresarla. Son las tuyas, sin que te des cuenta, palabras que me alientan a seguir disfrutando del formidable placer de ejercitar este juego que invita a coquetear con las propuestas emanadas de la reflexión.
ResponderEliminarUn abrazo.