miércoles, 3 de septiembre de 2014

SI TE HABLO



Si te hablo y no me oyes

Si te hablo y no me oyes, sé
lo poco que mi amor llega
al alma que estando ciega
por no mirar, no me ve.
Pero, aunque sordo, tu oído
ha de admitir mi palabra
si labro un abracadabra
que ponga en mi voz más ruido.
Busco con esto decirte
que bien que me atiendas quiero,
para que escuches, primero,
por después poder oírte.
Pues el alma que mancilla
al amor que la agasaja
es parecida a una alhaja
que no sonríe, no brilla...
¿Qué te cuesta vida mía
regalarme la atención
que una vez mi corazón
mil veces te pediría?
¿Es que no has pensado en cuando
mi voz calle eternamente,
este corazón ausente
te seguirá siempre hablando...?

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