Espalda
desnuda
La
desnudez en la espalda es un pecado
venial,
albor de dulce complacencia
que
a la mente convida a la estridencia
y
a los dedos convierte en un arado.
Desnudez
de la espalda en sinuoso
perfil
que late como grata excusa
cuando
la caída al suelo de la blusa
se
lleva tras de sí el lastre pudoroso.
Casto
desabrigo de afanes sugestivos,
pulcro
recorrido apacible del reverso
que
no muestra nunca pálpitos lascivos.
Espalda
desnuda tras un pecho terso
que,
anhelante y presto a los placeres vivos,
se
ofrece a mis labios y con él converso.
El dar la espalda, no siempre es de mala educación, sino una invitación al deseo. Muy bellos los versos. A mi me encantan las espaldas y los tobillos. No sé si el poeta tiene algún poema a los pies, los dedos y los tobillos.
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