Estás
ahí
Estás
ahí, posada en mis anhelos,
despierta
en mi atención, dormida
en
el puro deseo que destila
la
precisa carencia de mis dedos.
Estás
ahí, urdida entre dorados
filamentos
que se ofrecen
cabellera
al viento, mas no pueden,
queriendo,
danzar entre mis manos.
Estás
ahí, despierta en los encantos
que
imantan mis nítidas pasiones,
liada
en medio de tórridos rubores
que
acallan el cantar de los abrazos.
Estás
ahí y vas sobre una nube
que
me atrae y atraído la persigo.
Voy
tras ella, pues por ella vivo,
aunque
sólo alcance el son de su perfume.
Estás
ahí, todos los días, todos, todos;
a
mi lado, tan lejos y tan cerca,
con
esa franca puerta siempre abierta
al
fiel amor de los cegados ojos.
Estás
ahí, latente en los armarios
del
placer, del amor y del deseo,
a
la espera de hallar el desenfreno
que
prodigue la caricia de los labios.
Estás
ahí, sin duda, flor de cuento,
estás
ahora y amo que estés siempre,
que
un día romperá y podrán verse
mis
cinco sentidos ebrios de tu cuerpo.
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