viernes, 13 de septiembre de 2013

SUSURROS DEL DUENDE. NÚMERO CIV





La noche estrellada ilumina con su canto de luces lejanas los cristales de mis pupilas, mientras en las charcas se reflejan las flores que duermen con los pies en el agua.


La adversidad es un listón que hay que saltar una y mil veces. Llegará el momento en que, cansada, te dejará superarla.


Tratar de ser querido por todos equivale a ser una piedra lanzada al centro de un estanque y pretender que no se hunda.



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