Las pompas de jabón se me antojan lágrimas que buscan el cielo.
El hombre inculto tiene la mente atada y sus intentos inteligentes están impedidos. Apenas puede mover las extremidades de sus neuronas para hacer un esfuerzo referido a razonamientos torpes y sin fundamento.
La ilusión, cuando es deseada y verdadera, no se difumina en la mente hasta que aparece vestida de fiesta.
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