sábado, 14 de septiembre de 2013

SUSURROS DEL DUENDE. NÚMERO CXV










No quiero ser adulador, ni adulado por nadie. Eso es algo que espero que vayan a hacer a mi tumba.



Los hipócritas son como los ácaros que infectan el ambiente. Nuestra respiración los tolera, ajena al daño que nos están haciendo.




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