¡Qué difícil resulta ser valiente cuando se siente la perentoria necesidad de percibir todos los matices de la cobardía!
La miseria está atada de manos a una columna y sus espaldas son fustigadas despiadadamente por el látigo hostil e implacable de la riqueza.
El ansia es como un quiste molesto que no resulta fácil extirpar.
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