domingo, 15 de septiembre de 2013

SUSURROS DEL DUENDE. NÚMERO CXXI









La virginidad puede llegar a un punto o a un instante en que pasa a ser desagradecida con la naturaleza.



Alguna vez he tenido la suerte de leer versos que hubiesen dejado boquiabierto al mayor de todos los filósofos.



Si lo analizas, por muy profundo que sea un pensamiento, por muy intencionado y atrevido, nunca tendrá la carencia de una cierta obviedad.




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