domingo, 22 de septiembre de 2013

SUSURROS DEL DUENDE. NÚMERO CLXXXIV









Imposible es una palabra casquivana. En muchas ocasiones ha cambiado de parecer espontáneamente. 


El diminuto barco, con las velas desplegadas, desafiaba a la tormenta, cobijado en el interior de su botella de cristal. 



Nadie renuncia de buen grado a su atractivo, a su confort, a su fortuna. El hombre no parece estar diseñado para renunciar, hasta el punto que muchos parecen incapacitados para desistir siquiera de sus propias desgracias. 




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