sábado, 21 de septiembre de 2013

SUSURROS DEL DUENDE. NÚMERO CLXXIII








El pudor es un barniz que tapiza el rostro de todas las personas y que se enciende por una timidez que estas son incapaces de controlar.



La sencillez invita al noble a coger la azada de su vasallo y a compartir en la mesa los manjares de su mismo plato. Es, sin embargo, una invitación que la nobleza no acepta por razones de protocolo. 


Es bueno reposar del esfuerzo. Menos bueno es reposar del reposo.



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