miércoles, 11 de septiembre de 2013

SUSURROS DEL DUENDE . NÚMERO LXXXII









La belleza puede aparecer en el contenido de cualquier flor, verso, paisaje... Es fácil advertirlo. Pero, tiene un atractivo con mayor subyugación la belleza contenida en algunos corazones.



Si tuviese que andar hasta que encontrase una flor carente de belleza, de tanto buscar perecería exhausto en el camino. Esto parece una obviedad en los labios de un poeta, pero puede no serlo en el seno de la exigencia y el capricho.




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