Únicamente la pena infringe un dolor tan lacerante como para conseguir que incluso duelan los recuerdos.
A menudo percibo que me he quedado solo, sumido en una individualidad insoportable. Y cuando llegan las oscuras noches, siento que incluso mi sombra me abandona.
No existe amanecer tan hermoso como el que regala el despertar de unos bellos ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario