El hombre sensible debería ser aquel que, con los ojos vendados, aspirase una flor y percibiese todos sus colores y matices.
La naturaleza ha hecho a todas las personas iguales. Lo que no ha podido conseguir es dotarnos de un gen que nos haga desistir de tratar de ser diferentes.
Morir: no es mala cosa cuando a diario se experimenta que no se vive.
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