La suerte es un ardid alado de la providencia que a mucha gente le suele enojar ver posarse en otros.
Tú has sido capaz de despertar en mí ilusiones que yo creía dormidas para siempre. Mas pienso, quizás por un miedo pavoroso a la infelicidad, que mejor debiesen ser devoradas de nuevo por el sueño eterno.
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