martes, 10 de septiembre de 2013

SUSURROS DEL DUENDE. NÚMERO LXXVI









Tu amor es equiparable a una antorcha encendida. Nunca tiene la misma intensidad y a veces parece extinguirse para siempre.



La rutina nos hace caer en el hastío y es el hastío el que nos conduce a las oscuras noches de desencanto.



Voy a apagar la luz, pues quiero escribir cosas trascendentes en mi pensamiento.




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