martes, 10 de septiembre de 2013

SUSURROS DEL DUENDE. NÚMERO LXXVII









La vida es una partida de ajedrez en la que el jugador nunca gana, ni consigue que esta quede en tablas.
Va encaminado inexorablemente a sucumbir ante el jaque mate.



He sabido que estaba equivocado muchas veces. Por mucha pasión que haya puesto en defender lo que he considerado mi verdad, al rato, cuando llega el sosiego, la conciencia me la concede o me la quita y no me queda otro remedio que darle la razón.




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