jueves, 12 de septiembre de 2013

SUSURROS DEL DUENDE. NÚMERO XCVI





¿Qué me importa que me escribas cartas vacías si con ellas me llega el inconfundible fulgor de tu perfume?



La juventud se acaba justo cuando el cuerpo percibe que deja de comenzar a nacer después de cada noche.



La amistad es un obsequio que ayuda a ir confiado por la vida. El amor es un regalo que ayuda a andar la misma senda percibiendo en el gusto gotas de felicidad.




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